Al contrario de lo que muchos creen, el anamorfismo nació en la antigua Grecia y significa «transformar». Muchos artistas del renacimiento lo utilizaron, sobre todo en las grandes edificaciones religiosas, las obras obligaban a los feligreses a ubicarse en u punto exacto para poder apreciar la imagen final que generalmente daba la sensación de inmensa profundidad e inmersión.
El anamorfismo es una técnica que consiste en crear y/o transformar una imagen con el fin de crear una «ilusión óptica». Esto se hace mediante un procedimiento óptico o matemático y requiere un gran dominio de perspectiva y proporción. El truco está en transformar las líneas de un dibujo o pintura para que desde cierto punto de vista se vea la imagen final. Esto es posible gracias a que nuestra mente es capaz de reconstruir estas imágenes y visualizarlas correctamente.
En la actualidad, el anamorfismo está en tendencia, es muy utilizado en el arte urbano y en el marketing. Es común ver este tipo de obras en el asfalto, pudiendo ser visibles por peatones y conductores solo en un momento de su trayecto.
Esta técnica llama bastante la atención del público, llegando a ser muy útil en el marketing, sobre todo en espacios y eventos. Marcas como Lacoste, Ballantines, Nissan y Nokia han recurrido a este recurso de diferentes formas.
También es posible hacer videos con anamorfismos, esto lo podemos ver en grandes proyecciones publicitarias, logrando captar aún más la atención del público. Esto es muy común en países como China, Corea del sur y Estados Unidos. Gracias a esto, podemos acercar el anamorfismo a los celulares y computadores, que son uno de los medios más utilizados por la gente.
Esta técnica podría resultar bastante útil para tu empresa, ya que resulta atractiva para el público por la expectación y sorpresa que produce el resultado final ¿Qué esperas para aplicarlo en tus campañas?
