Ergonomía: Esencial para el trabajo en oficina

El trabajo en oficina es una de las modalidades más comunes, esto implica que una persona estará al menos 6 horas al día sentada frente al computador. Si no se toman las medidas correspondientes, esto puede traer daños significativos a la salud de los oficinistas y está comprobado que esto también afecta su desempeño laboral y calidad de vida.

La ergonomía es una disciplina que tiene como objetivo la comodidad y eficacia para el usuario en el uso de diferentes objetos, productos, maquinarias y entornos. Esta considera la antropometría, necesidades, capacidades y limitaciones psicofísicas de los usuarios. Cuando un producto no es correctamente diseñado corremos el riesgo de que al usuario le cause molestias y dolores, lo que a largo plazo podría traer consecuencias irreparables a su salud.

En una oficina podemos adoptar posturas inadecuadas sin darnos cuenta, y si a esto le sumamos la poca movilidad al trabajar en escritorio, podemos traer consecuencias a nuestros huesos y músculos, así como al sistema circulatorio. Lo más común en oficinistas es sufrir lesiones músculo-esqueléticas en hombros, cuello, manos y muñecas, problemas circulatorios, molestias visuales, jaquecas, etc. Patologías como síndrome de túnel carpiano, tendinitis, síndrome del ojo seco, venas varicosas, mialgias en general y epicondilitis son las más vistas.

Recomendaciones generales

En cuanto a la silla, lo ideal es utilizar una con base regulable en altura para cuidar el ángulo de apoyo de las rodillas, lo ideal es que estén flectadas en 90° y los pies apoyados en el piso o el un reposapiés para favorecer el retorno venoso ya que las piernas son las más afectadas por problemas circulatorios. El respaldo también debería ser ajustable en ángulo y altura, así tendremos un adecuado soporte en la columna, especialmente en la zona lumbar, recordar que nuestra columna debería estar siempre erguida. Por otra parte, es ideal contar con apoyabrazos, ya que así evitaremos contracturas en cuello y hombros, si los apoyabrazos impiden que nos acerquemos cómodamente al escritorio es mejor removerlos. Debido al prolongado uso, las sillas deben ser acolchadas, también privilegiar la funcionalidad y ergonomía de estas antes que la estética.

El monitor debería estar justo frente a nosotros a no menos de 50 cm y el borde superior de este debe estar a la altura de nuestros ojos, así evitaremos girar el cuello y torso al trabajar. También tener en cuenta que la pantalla debería estar perpendicular a las fuentes de luz y así evitaremos reflejos molestosos para la vista.

El escritorio ideal debe tener lugar para apoyar las muñecas y antebrazos, esto evitará molestias en estas zonas y en los hombros, aquí resultan muy útiles los mouse pad ergonómicos ya que cuentan con un área acolchada para apoyar la muñeca, también existen para el teclado. Idealmente debemos tener un espacio de trabajo que podamos dominar en 60° de amplitud para evitar esfuerzos innecesarios.

Una iluminación inadecuada también puede incomodar nuestro trabajo, es preferible la iluminación natural, pero sin ser excesiva ya que producirá más reflejos en las pantallas. No es recomendable el uso de lámparas de escritorio.

Existen también otras medidas que podemos implementar como las pausas activas o simplemente estirarse cada 60 – 90 minutos. Promover el autocuidado, recordándonos siempre mantener buenas posturas y no tensar los músculos. Para la vista es recomendable cerrar los ojos por 10 segundos cada 20 minutos frente a una pantalla, incluso la del celular. Es muy importante tener en cuenta que el dolor aparece también para avisarnos que algo no anda bien, por esto no debemos ignorarlo.

Todo lo anterior también aplica al trabajar de forma remota frente al computador, lo que puede ser incluso más demandante para nuestro cuerpo y mente.

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