Tamara de Lempicka | Artistas destacados de la historia

En la época de la post Primera Guerra Mundial, durante los «felices años veinte», ocurrieron muchos cambios políticos en Estados Unidos y Europa en general.

Entre los cambios más significativos están el crecimiento económico, el aumento del consumo y la primera liberación femenina a través del derecho a voto e ingreso a la fuerza laboral, lo que les permitió obtener una libertad financiera que nunca habían tenido, lo que transformó su estilo y forma de actuar.

Seguro que alguna vez has visto en películas o fotos antiguas a esas chicas con pelo corto, ropa suelta y actitud desenfadada. Sí, estamos hablando de las famosas «flappers» que marcaron una época. Pues resulta que estas mujeres también inspiraron el arte de la increíble artista Tamara de Lempicka. Ella era conocida como «la baronesa del pincel» y se hizo famosa por sus cuadros de mujeres en un estilo art déco súper elegante y sensual. Sus obras destilaban poderío y celebraban la independencia de las mujeres de los años 20. Según la propia Lempicka, «yo vivo al margen de la sociedad y las reglas no se aplican a los que viven así«.

Su vida

Tamara de Lempicka (antes Maria Gorska), nació el 16 de Mayo de 1898 en Varsovia, Polonia, hija de un abogado judió ruso, Boris Gurwik-Gorski, y una socialité polaca, Malvina Decler.

Desde pequeña estuvo interesada en las artes y tomó el pincel por primera vez a los 10 años, cuando hizo un retrato de su hermana menor. Después de un tiempo en un internado en Suiza, se mudó a Italia con su abuela, donde conoció el trabajo de los pintores del Renacimiento.

Se casó con el abogado polaco Tadeusz de Lempicka, con quien tuvieron que huir de la Revolución Rusa y se mudaron a Paris, donde la pintora se enfocó en estudiar arte con Maurice Denis y André Lothe. Se convirtió en uno de los nombres más sonados, junto con Pablo Picasso, Jean Cocteau y André Gide.

Tamara de Lempicka y Salvador Dalí, en Nueva York, 1941. NICHOLAS W. ORLOFF (COLLECTION PADDY) / TAMARA ART HERITAGE / ADAGP / VEGAP

 

Para su primera exposición en Milán 1925, pintó 28 pinturas en el transcurso de 6 meses, pero su primer impulso de fama ocurrió cuando exhibía su trabajo en la Exposición de Artes Decorativas e Industrias Modernas, donde los periodistas de moda de Harper’s Bazaar descubrieron su trabajo. Casi al mismo tiempo fue comisionada por la revista de moda alemana, Die Dame, para la que pintó su icónico autorretrato, Tamara en el Bugatti verde (1929).

Lempicka siguió pintando, pero posterior a la Segunda Guerra Mundial, los gustos de la sociedad cambiaron a favor del expresionismo abstracto, estilo donde intentó incursionar pero su trabajo no fue recibido y dejó de exponer en 1962. Vivió en Houston con su hija por un tiempo y pasó sus últimos años en Cuernavaca, México.

Su estilo

Tamara rechazó el impresionismo de la época, tomando un estilo propio limpio, elegante y vívido. Ella misma dijo una vez «Mi objetivo no es copiar, sino crear un nuevo estilo, con colores claros y luminosos, y sentir la elegancia de los modelos«.

Su estilo caracterizado por siluetas rotundas, colores intensos y figuras geométricas dio forma a las escenas hedonistas, sofisticadas y cotidianas que la sociedad vivía durante la época de entreguerras. Más tarde, con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, se trasladó a Nueva York, donde su actividad artística continuó teniendo éxito.

Su legado

En la década de 1970, en el Palacio de Luxemburgo – París, se realizó una exposición retrospectiva «Tamara de Lempicka from 1925-1935», reavivando así el interés de las nuevas generaciones en su obra, y ahora, a más de 40 años de su fallecimiento, su trabajo se ha vuelto muy codiciado, en especial en Hollywood, donde artistas como Jack Nicholson, Barbara Streisand y Madonna son coleccionistas de sus obras.

Si te interesa conocer más obras de Tamara de Lempicka, puedes visitar su sitio web: www.delempicka.org

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