Origen del conejo de pascua

Durante Semana Santa en donde se realiza la celebración cristiana donde se recuerda anualmente la muerte y la resurrección de Jesús. Hay un día en específico que es el que encanta tanto a los pequeños como adultos debido a la búsqueda de los huevitos de Chocolate.

Pero… ¿De dónde viene esta tradición?

 

Antiguamente en las fiestas anglosajonas, el conejo era considerado como un símbolo de fertilidad que estaba asociado a la diosa Easter; a ella se le dedicaba todo el mes de abril para celebrarla en honor de la primavera. Con el paso del tiempo, esta celebración comenzó a ser adaptada a la Semana Santa del cristianismo.

A partir de siglo XIX fue que en Alemania se comenzaron a realizar muñecos de chocolate para esta celebración, esto fue porque comenzó a circular la leyenda de que el día en que Jesús resucitó, hubo un conejo el que fue elegido para transmitir el mensaje del milagro; sin embargo al no poder comunicarse, el conejo decidió dejar huevos pintados en todas las casas para entregar la noticia.

 

 

Otros lo asocian a que durante la celebración de Semana Santa, la iglesia prohibía comer carnes, lácteos y huevos durante la cuaresma, así que como durante ese tiempo sin comerlos, se iban acumulando hasta que llegaba el día de Pascua de Resurrección donde estos eran regalados a la gente siendo pintados de colores.

Actualmente más que una celebración cristiana, se ha convertido en una celebración comercial para incentivar el consumo del producto de temporada que serían los huevos de chocolate, ya a partir de marzo las tiendas comienzan a decorar para la época de Pascua, colocando góndolas especiales donde se concentran todas las marcas que trabajan el chocolate, sacando productos especialmente para la fecha que siempre atraen tanto las miradas de pequeños como grandes. Desde los coloridos empaques metálicos que envuelven los chocolates, hasta cosas mucho más producidas en las que el diseño juega un importante rol, las personas de todas las edades disfrutan de esta celebración.

Y tú, ¿celebras más por la historia o por los huevitos de chocolate?

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