Cuando te involucras en el diseño y comienzas a trabajar en el área, una de las cosas que debes preguntarte es «¿Para quién diseño?». Cuando un cliente solicita tus servicios para que le diseñes algo, no solo debes actuar según lo que quiera el empleador y tampoco actuar según tus gustos.
En el momento en que un cliente decide contratar tus servicios es porque busca una solución a sus problemas de comunicación visual y para ello tú eres su solución. El cliente te tendrá que dar cierta información sobre su negocio para comenzar el proceso investigativo para crear una propuesta estratégica que ayude al cliente a mejorar su imagen. Pero el diseño a realizar no debe ser solo bonito que le guste al cliente y a ti, sí debe gustarles, pero también debe ser funcional y para que esto ocurra, hay que apuntar al público objetivo.
Una de las cosas fundamentales para que un negocio, empresa o emprendimiento funcionen, es tener claro a que tipo de personas quieren llegar, si solo buscas vender sin tener claro a quién quieres venderle tu producto y sin saber si es que este cliente necesita o quiere tu producto, lo más probable es que vender sus servicios sea mucho más complejo y termine decepcionado. Es por eso que el diseño debe estudiar los diferentes perfiles de personas a los que se busca apuntar y diseñar para ellos.
La experiencia de usuario es fundamental a la hora de que el cliente quiera solicitar un producto o servicio, ya que todo debe ser lo más cómodo y legible posible para que el usuario no tenga inconvenientes. Si el método de compra o comunicación se vuelve muy enredado y engorroso, lo más probable es que al cliente le quede un mal gusto a causa del servicio entregado y no le den ganas de volver.
Por este motivo, al diseñar, hay que tener muy en cuenta la experiencia de usuario y para ello hay que estudiar el comportamiento, gustos, disgustos, pensamientos, motivaciones entre otras cosas sobre el público objetivo. Es por eso que quién finalmente apruebe o rechace el diseño, será el usuario final quien verá y probará el servicio, si él está contento con el servicio o producto adquirido, le gusta lo que ve y logra asociar la empresa con el diseño, entonces se realizó un buen trabajo y tu cliente estará satisfecho ya que sus clientes también lo estarán.
