¿Cómo puedo saber si necesito tomar un riesgo para el bien de mi negocio?
Muchas veces nos da miedo salir de nuestra zona de confort, estamos acostumbrados a lo de siempre, a lo común, a lo que consideramos que siempre funciona… Hasta que esto se vuelve monótono y ya no causa el efecto que antes tenía. Cuando eso ocurre, se decide recurrir a un equipo creativo que se encargue de buscar una nueva solución para mantenerse en la vista del público.
Cuando uno busca algo nuevo, debe saber que hay que tomar decisiones riesgosas para poder llamar la atención de la gente y muchas veces, estas ideas nuevas son diferente a lo que acostumbramos. Las ideas arriesgadas suelen ser las que mayor impacto causan, ya que estas tienen un proceso de investigación más grande para ser llevada a cabo de manera correcta y salen de lo común, por ende se vuelven llamativas al ojo de los espectadores causándole curiosidad.
Para lograr llegar a más gente y que esta se interese en el negocio, es necesario aventurarse con nuevas ideas que sean innovadoras, pero también es importante saber cuales son los pros y contras de aquella, puesto a que el cliente necesitará una garantía de que hay más posibilidades de que este proyecto funcione de las que lo puedan hacer fracasar.
«Las acciones valientes son, casi siempre, las que mejor funcionan. Pero no las llevamos a cabo con la idea de arriesgarnos. Las hemos hecho con la idea de que, hacer esta clase de campañas, era la única manera de conseguir lo que queríamos». Jesús Rasines, Director Creativo en Ogilvy.
El miedo suele ser un monstruo constante que nos acecha a la hora de querer innovar, a veces la sola idea de probar algo nuevo nos hace dudar de si será necesario o si sería una buena idea, especialmente si el cliente es alguien más conservador debido a que se dejan influenciar más por los aspectos negativos del proyecto que de lo positivo que pueda traer.
Pero la valentía no es algo que solo pertenezca al cliente, quién va a presentar la idea también debe arriesgarse con sus propuestas y tener la seguridad de que funcionará para que así, le contagie el entusiasmo al cliente y se convenza de tomar el riesgo. Si uno se muestra inseguro al presentar un proyecto, es muy probable que sea rechazado.
El creativo tiene una labor fundamental en el momento de presentar una idea arriesgada, porque de él y de como transmita la idea, dependerá de como el proyecte la propuesta para que el cliente decida si es una buena idea tomar el riesgo o no. Si no se presenta seguridad, entonces el cliente preferirá no arriesgarse, pero si hay más de lo positivo en la balanza que de lo negativo, entonces existe una mayor probabilidad de que el cliente se entusiasme.
«Las ideas tienen que poseer la suficiente fuerza como para que el cliente vea por sí mismo su potencial». Jesús Rasines.
Además, no se puede obligar a un cliente a que acepte un proyecto o idea en la que no cree. Hay tres cosas fundamentales que debe haber entre los creativos y el cliente:
Respeto entre ambos personajes, para un ambiente de trabajo cálido y sin roces, es necesario que ambos respeten el trabajo y las decisiones que se toman en conjunto para el producto final.
Confianza, es importante que la confianza entre el presentador del proyecto y cliente sea recíproca ya que cada uno sabe como debe hacer su trabajo. Si en este caso es al creativo a quién le piden sus servicios, el cliente debe poner fe en que este sepa como hacer su trabajo; siempre y cuando la idea le parezca bien.
Empatía, es una característica esencial que nos permite respetar de mejor manera al prójimo y nos ayuda a entender el porqué de las decisiones que el otro pueda llegar a tomar, ponerse en el lugar de quién está frente nuestro es fundamental para llegar al resultado que el cliente espera.
Cuando estas acciones se cumplen, la labor en la búsqueda de llegar a un producto final se vuelve más emocionante para ambas partes, y además, tomar una acción arriesgada para el negocio no se volvería una carga, sino que sería más bien una aventura de exploración.
«Más que pedir valentía, hay que ser valientes» Jesús Rasines.
Hoy en día existe mucha competencia en la mayoría de los negocios alrededor del mundo, por lo cual tomar acciones arriesgadas a la hora de querer hacer un cambio o presentar sus servicios a la sociedad, es necesario buscar la manera de sobresalir y no ser un poco más de lo mismo. Lo más inesperado es justamente lo que más llama la atención y causa más curiosidad en las personas para que busquen luego su trabajo y se conviertan en futuros clientes.
Si un proyecto tiene potencial es mejor tomar el riesgo, si sale como se esperaba sería maravilloso y si fracasa se puede aprender de los errores para mejorar la próxima vez.